En este artículo quiero hablar sobre cómo cerrar la brecha entre hablar y hacer.
Si hubiera una carrera imaginaria entre nuestras palabras y nuestras acciones, ¿nuestras palabras estarían tan adelantadas que no pueden ver dónde están nuestras acciones?
Un multimillonario exitoso dijo en una entrevista: "Hablar es solo un sustituto barato de la acción".
¿Por qué es tan fácil hablar y tan difícil hacer?
Porque lo hacemos al revés.
Esto es lo que hay que hacer: primero hacer, luego hablar. Sí, suena obvio, pero pocos lo aplican. Inténtenlo y verán ustedes mismos cuánto mejora su productividad.
La próxima vez que quieran hacer algo, o después de que alguien les haya pedido que hagan algo, no digan nada.